DIA TODOS LOS SANTOS


¿Dónde está entonces el secreto de la felicidad de Todos los Santos? En la belleza interior. Como nosotros tuvieron un punto de salida (el Bautismo) pero se tomaron como una fascinante tarea el llegar a la santidad desde Dios y sin olvidar nunca a Dios.          

Mirar o festejar a estos grandes deportistas de la fe (conocidos o anónimos) no significa quedarnos en una simple contemplación (sería una traición a su gran obra). Honrar la memoria de Todos los Santos es recoger la antorcha que ellos sostuvieron en sus manos: la adhesión a Jesucristo muerto y resucitado, y saber crecer espiritualmente aún en medio de defectos o debilidades. ¿Cómo? Optando claramente, una y otra vez, por el camino de la conversión, la reconciliación y el perdón.


¿A que es posible? ¡Todos los Santos…nos dicen que sí! ¡Avancemos por el sendero que ellos nos dejaron iluminado!