Los niños también han recordado que llega el niño, ese niño que deberá nacer en el corazón de cada uno. Han cantado villancicos y han ofrecido al Misterio Viviente dulces y comida para aquellos que no tienen nada. El señor viene a traernos la paz a este mundo violento e individualista. Los niños son nuestro futuro, inculquemos los valores cristianos, que harán de este mundo un lugar mejor para vivir.