Dios debe ser el centro de toda la vida familiar. 

Y lo será cuando sea también el centro de la vida personal del padre, de la madre y de los hijos. Quizá esa sea una de las tareas más difíciles en las que los padres tienen que educar a sus hijos. Encuentro de familias, donde compartir el tiempo, las inquietudes, risas, juegos, con el regalo de un maravilloso y brillante día de sol..y como no compartir alguna vianda..Gracias